LAS JOYAS SON PIEZAS DELICADAS
QUE HAY QUE MIMAR Y CUIDAR

Guarda tus joyas protegidas individualmente para evitar los roces y rayaduras.

Retírate las piezas para dormir, ducharte, bañarte en el mar o la piscina.

No expongas las joyas a productos químicos y ácidos, productos químicos domésticos o laca para el cabello.

No las rocíes con perfume.

No practiques deporte con ellas.

Las piedras preciosas y semipreciosas son sensibles a los cambios bruscos de temperatura.

La plata de 1ª Ley puede oscurecerse por diferentes motivos (exposición al oxígeno, PH de nuestra piel o por falta de uso). Puedes limpiarla con un paño suave o un limpiador de plata no abrasivo.

Las piezas chapadas en oro como las nuestras, tienen un color muy bonito pero es delicado. Con el paso del tiempo y uso, puede cambiar de color u oxidarse un poco. Hay un líquido limpiador muy recomendable, en el que, si sumergís la joya unos cinco segundos, la aclaráis con abundante agua ( mejor si es destilada ) y la secáis muy bien, la joya recupera enseguida su color y viveza. Podéis encontrar dicho líquido en tiendas de suministros industriales para joyería y también de suministros de joyería.

Con el paso del tiempo las piezas chapadas en oro, se pueden volver a chapar dependiendo de la frecuencia de uso. Recomendamos volverlas a chapar cada dos años si se usan con frecuencia. Es del todo inevitable que el acabado mate, a base de uso y roce, se vaya perdiendo y volviendo brillante. Por eso es recomendable volver a chapar cada determinado tiempo.